La falta de una estructura que visualice las relaciones entre carreras se materializa en nuestra incapacidad para responder a las necesidades y preguntas simples de sus diversos actores. El Espacio de Educación Superior desarrollado por Cristian Candia-Castro, mapea y analiza esas conexiones a partir de las preferencias de los postulantes, creando una herramienta que nutre la decisión de los futuros estudiantes.
El premio Nobel en Física de este año recayó en el área de los Sistemas Complejos, un campo interdisciplinario que investiga cómo las relaciones de los entes que componen un sistema a nivel micro pueden generan comportamientos emergentes en escala macro (que resultan de una serie de acciones más simples y cuya consecuencia macro, no resulta evidente al observar las acciones micro). Más allá de la física, este comportamiento emergente se manifiesta en múltiples dominios, desde el trabajo coordinado de nuestras neuronas, hasta la economía, pasando por cómo se comporta el Sistema de Educación Superior chileno.
Estos vínculos no-triviales no resultan evidentes al mirar el micro, sin embargo, desempeñan un papel fundamental a nivel macro y pueden entregar información práctica que nutra nuestra capacidad para diseñar intervenciones e instrumentos de gobernanza eficaces, ya que ésta se encuentra limitada por la comprensión que tenemos de cómo los elementos de un sistema pueden afectarse y relacionarse entre sí. No podemos entender nuestra economía o cómo se propaga una pandemia sin considerar las relaciones que ocurren entre las personas, como tampoco podemos elegir qué película ver con nuestros amigos sin considerar las relaciones entre los gustos de cada uno.
En el contexto de la educación superior, la falta de una estructura que visualice las relaciones de carreras profesionales y técnicas se materializa en nuestra incapacidad para responder preguntas simples, tales como, ¿cómo se propagan los cambios en la demanda de una carrera en el sistema de educación superior? ¿Se observarían tales variaciones por igual en todas las carreras o, en cambio, observaríamos una dinámica de spillover predecible y estructurada? ¿Las preferencias por carreras se agrupan por variables como género, empleabilidad y/o ingreso esperado? ¿Podemos usar las preferencias de las personas para explicar y predecir mejor la deserción universitaria?
Así que nos propusimos crear esa estructura relacional. El Espacio de Educación Superior (HES por sus siglas en inglés), es una red que mapea la interdependencia entre carreras usando datos de las preferencias de los postulantes históricos al Sistema de Educación Superior. Esta información nos permitió construir un instrumento con el potencial de mejorar la efectividad en la toma de decisiones e, incluso, de la formulación de políticas públicas en la educación superior.
La similitud entre carreras se mide mediante un proxy a partir de las preferencias reveladas de los postulantes. La estructura emergente, el HES, es una red que conecta pares de programas de grado de acuerdo a la probabilidad de que estas carreras coexistan en las preferencias de los postulantes. Por lo tanto, el HES representa "la percepción de los estudiantes, no de los administradores ni del profesorado, sobre las relaciones entre carreras."